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| Fortaleza en la diversidad. |
Oklahoma City. Saltaron chispas mientras se debatía en Austin Texas sobre la identidad cultural del país. No se debatió en una campaña política ni en radio ni en televisión. Fue durante la reunión del buró educativo en la primavera del año pasado. El New York Times reporto que en un momento dado la concejal Mary Helen Berlanga exclamo disgustada “pretenden que América es blanca y que los hispanos no existen!”.
Berlanga era parte de los concejales que discutieron el curriculum escolar de estudios sociales e historia. Su enojo fue el resultado de la derrota sufrida a manos de conservadores dentro del buro que impedían que se enseñara sobre figuras relevantes Hispanas. “No son historiadores y estan reescribiendo la historia de Estados Unidos”, afirmo.
Arizona se unió al debate nacional sobre cultura, vía legislativa, eliminando estudios sobre minorías étnicas. HB2281 prohibiría la enseñanza sobre Mexico-Americanos, Afro americanos o toda aquella clase que “promueva el derrocamiento del gobierno y el resentimiento contra otra raza y que identifique a estudiantes no como individuos sino como miembros de un grupo étnico.”
En Oklahoma esta lucha cultural incluyo hasta el alma del país. La voz cantante la llevo la representante Sally Kern cuando dijo que “el homosexualismo es un peligro mayor que el terrorismo”. En ese estado también la gobernadora Mary Fallin disolvió los consejos asesores latino, islámico y asiático-americano. Los “conservadores sociales” aplaudieron la decisión, diciendo que los consejos solo buscan favores y leyes especiales y obstaculizan que los inmigrantes se asimilen al país.
A la base de este debate, se encuentra la pregunta: Es Estados Unidos una nación con una sola gran cultura o un país en vías de fragmentarse porque tiene muchas subculturas? Si se comparte la visión de conservadores como los mencionados, modificar textos escolares, eliminar estudios étnicos, disolver consejos asesores o señalar como nociva a una minoría es necesario y eso estaría basado en la creencia de que todos estos dividen nuestra sociedad porque no contribuye en la construcción de una identidad nacional homogénea. Si les cree, Estados Unidos esta peleado consigo mismo, el “melting pot” cultural no existe mas y se estaría creando un país sin identidad. No estoy de acuerdo con ellos.
Este sector de los conservadores parece estar peleado con inmigrantes, con los gays, con la diversidad cultural, con los musulmanes, etc... Hay una falta de realismo al no reconocer que el país no es homogéneo, porque hay mucha gente con ideas diferentes.
Muchos de estos conservadores se aferran a la noción de que la “América verdadera” se encuentra solamente en los pueblos pequeños y en su ética de trabajo, su religiosidad, su economía, su individualismo, su patriotismo, su uniformidad de ideas políticas, de genero, de lo que es familia, y de como se tienen que asimilar los inmigrantes. Están anclados a la imagen de la nación de inicios del siglo 20 cuando lo dicho anteriormente era lo “normal”. Pero ese país ya no existe completamente.
Estados Unidos es en el 2011 una nación de 310 millones de personas, multirracial, multicultural, multi-edad, cambiando y altamente conectada por medios de comunicación o de transportes. Allá por 1900 el país, de acuerdo al buró del censo, solo tenía 76 millones de habitantes, la esperanza de vida era de 46 años, el 72% de la población vivía en el campo no en ciudades y el 86% de la población era blanca. En aquel país no existía sistema inter-estatal de carreteras, y viajar de costa a costa tomaba más de un mes y el americano promedio, que viajaba a caballo, no iba más allá de 12 millas de su casa. Es perfectamente comprensible porque el país era en ese entonces culturalmente más homogéneo: todos en el pueblo, todos casi de la misma edad y casi todos blancos.
Pero el país ya no es igual que hace 100 años, hay que reconocer que las nuevas tecnologías y conocimiento y el acceso a esto ha hecho el mundo más pequeño y posibilita el fortalecimiento de subculturas al interior de la nación. Por esto se necesita educación y leyes actualizadas, nuevas manera de entender a los inmigrantes y a las comunidades minoritarias. La educación multicultural y los organismos étnicos son solo dos maneras de conseguir estos fines fortaleciendo y no debilitando. Ayudan a entender al “otro” y así vencer la ignorancia, los estereotipos y los prejuicios. Ambas son maneras de incorporar al miembro de una minoría o al recién llegado a las leyes y costumbres de la gran cultura nacional respetando y valorando su cultura étnica particular.
Como Americanos nacidos aquí o postizos, sabemos que tenemos una sola cultura madre de herencia anglosajona protestante y políticamente moldeada por los derechos consagrados en la constitución. Pero esta cultura es una enriquecida y formada por otras partes hispanas, nativas, afro americanas, asiáticas y del medioriente.
Somos fuertes porque americanos blancos diseñaron nuestro sistema político, porque Afro americanos y México-americanos forzaron a que todos tuviéramos los mismos derechos civiles o porque científicos Judío-americanos contribuyeron al desarrollo de tecnología nuclear. Todos contribuimos.
Por eso borrar del currículo escolar a figuras hispanas o Afro americanas, prohibir el estudio de las culturas de las minorías o disolver consejos étnicos es miopía intelectual, es cerrar las avenidas de incorporación a la gran cultura nacional y es negarse a ver la realidad. La América de 1900 ya no existe. Se la llevo la tecnología, la comunicación, el transporte y las olas migratorias. Reconozcamos: somos fuertes y no débiles porque somos uno en nuestra diversidad.
